sábado, 3 de noviembre de 2012

Concejo deliveryante

Estoy pensando en hacer un club de delivery. Como esos tipos que van con sus autos clásicos, restaurados o incluso aquellos que se compran un Clio y se reúnen en un club. Qué fanatismo raro, no. La de comprarse un auto que probablemente en algún momento venderán, pero mientras tanto forman un club para juntarse con los de la misma especie. La misma etnia, la etnia del Clio. O la de 148. Bueno, verdaderamente no quiero decir que esté mal. Sólo me resulta gracioso, probablemente porque no lo entiendo. Entonces mi idea es la de hacer un club de delivery y se puede llamar concejo deliveryante. Ahí debatir y decidir sobre qué deliverys son buenos, cuáles son los mejores. Acercar propuestas a los deliverys y en fin, actuar como un órgano representativo entre los deliverys y la gente. Sería como una especie de colegiatura para que los deliverys se tengan que inscribir en ella y se certifique el permiso de delivery. Y además se regule la actividad. Bueno, con el periodismo podría hacerse lo mismo. En muchos lugares existe un código de ética para los periodistas. Tal vez no aquí, en Argentina, pero es como muchas otras profesiones. Los médicos, los abogados. Claro que el asunto es mucho más complejo, al menos más polémico porque se trata de la libertad de expresión. Y allí está el quid de la cuestión. En la regulación. Así que entonces habría que darle mayor desarrollo a la propuesta de realizar una colegiatura de delivery. Un concejo deliveryante. Primero hay que establecer un lugar físico. Después, hay que hacer los trámites para que se la reconozca dentro de la profesión. Se tienen que guiar por las normas de Iso 9000 para deliverys. Y después sí, queda empezar a funcionar y a formalizar las adhesiones correspondientes para que rija la actividad.